2. La ética de la ULDP


La praxis humana se realiza en tres grandes áreas:

1. La actividad racional, en la cual se calculan los medios que son necesarios para alcanzar un fin (relación instrumental).

2. La dimensión estética que procura generar un ambiente que es agradable a nuestros sentidos (relación creativa).

3. El juicio ético en el cual el ser humano decide, si una actividad que va a desempeñar o una actitud que tiene, es moralmente aceptable o inaceptable, a la luz de una escala de valores de la solidaridad, del civismo, de la honestidad y del comportamiento democrático.

El problema de las decisiones éticas ha sido desarrollado de manera satisfactoria por Enrique Dussel en nuestro libro, Fin del Capitalismo Global. El Nuevo Proyecto Histórico, hecho por el cual sea suficiente aquí un breve resumen y algunos comentarios adicionales.

Para actuar de manera ética, hay que tomar en consideración una serie de elementos o principios. Los más importantes, según Dussel, son los siguientes.

1. El primer principio o criterio, es el derecho de todo ser humano a la reproducción de su vida en condiciones adecuadas. Este es un principio universal, absoluto, del cual nadie puede ser excluido, por ningún motivo, por el simple hecho, de que todo acto humano ---el trabajo, la alimentación, la respiración--- tiene que ver, directa o indirectamente con la reproducción de la vida. Este es el principio de la verdad práctica.

2. El segundo principio de la ética es la validez que se da cuando todos los seres humanos de una comunidad que serán afectados por decisiones, pueden participar democráticamente (simétricamente) en la discusión y en el consenso sobre ellas. Este es el criterio de la libertad.

3. Lo que es verdadero y válido, tiene que cumplir con un tercer requisito: debe ser posible o factible. Si se intenta algo que no es posible, no puede ser bueno. Si se cumplen esas tres condiciones, el acto humano puede pretender ser bueno.

4. Aun un acto realizado con buena intención puede tener efectos negativos, es decir, producir una víctima. La víctima es el signo de un acto malo o injusto. Se requiere entonces de una conciencia crítica que entiende la situación de la víctima y tenga la honestidad de querer corregir un efecto negativo o una injusticia. Y la víctima tiene que comprender las causas, por las cuales es víctima, así como las alternativas posibles del futuro, es decir el Nuevo Proyecto Histórico de la Democracia Participativa anticapitalista.

5. El quinto momento es cuando las víctimas se organizan entre sí y constituyen una comunidad. Esta comunidad de víctimas establecerá nuevas reglas, una nueva validez, es decir, nuevas reglas y prácticas democráticas, por ejemplo, dentro de los movimientos sociales. Esta nueva validez o el nuevo consenso por la democracia participativa anticapitalista, chocará con la vieja validez, la democracia meramente formal y corrupta del sistema burgués, a la cual supera con su praxis de lucha ética, organizada y anticapitalista.

Cada persona es únicamente responsable de sus propios actos, es decir, de lo que hace y, también, en ciertas situaciones, lo que deja de hacer. Por eso, la idea del pecado original o la noción de la culpa colectiva, son absurdas. Ninguna autoridad puede absolvernos de nuestra obligación de actuar

responsablemente: ni el obispo, ni el maestro, ni los padres, ni el patrón, ni el general, ni el profesor y, tampoco, el líder del grupo social o del partido político, al cual pertenecemos.

Todos tenemos el potencial de la inteligencia y, por lo tanto, todos tenemos capacidad para razonar. Todos tenemos el potencial de la creatividad y, por ende, todos tenemos capacidad de hacer productos creativos artesanales y, en algunos casos, hasta artísticas. Y todos tenemos el potencial para diferenciar entre lo bueno y lo malo y, por lo tanto, la libertad para hacer lo bueno.

A veces, el cálculo de los medios-fines entra en contradicción con lo ético. No todo lo que puedo hacer, debo hacer. Por ejemplo, se observa con frecuencia que alguien que le compra algo a un vendedor ambulante o de artesanías, le baja tanto el precio que ya no le queda nada para el pobre vendedor. El poder económico del comprador es el medio que le permite alcanzar su fin, el precio más bajo posible. Sin embargo, es un abuso del poder, porque le deja al otro sin ingreso para su subsistencia: es, un acto antiético que no debe realizarse.

Como vemos, la ética ---al igual que la ley--- es un correctivo contra el abuso del poder. La diferencia entre la ética y la ley es, que la ética es parte de nuestro pensamiento, es nuestro control interno para no abusar de los demás, mientras que la ley es el control externo.

Un problema semejante se presenta en las alianzas políticas. Para la burguesía, un sistema de elecciones generales es disfuncional (molesto), porque el principio de un ciudadano, un voto, tiende a salirse de su control. Para recuperar este control, ha convertido el sistema democrático formal electoral en un mercado, donde no cuenta la fuerza numérica de los ciudadanos, sino la fuerza económica, el dinero. Las mercancías de este mercado son los partidos políticos, los presidentes, los jueces, etcétera. Como en cualquier mercado, quién tiene más dinero, compra las mercancías. Y quien tiene más dinero, es, por supuesto, la burguesía.

En contrapartida, los partidos, presidentes, jueces y organizaciones que entran en este juego electorero y de oportunismo, se comprometen a no-concientizar a las masas y a no-plantear proyectos nacionales, que afecten los intereses de la oligarquía nacional y del imperialismo estadounidense y europeo: engañan a las mayorías con la ilusión del desarrollo nacional posible, en lugar de luchar por el Bloque Regional de Poder y la Democracia Participativa. Sería, por lo tanto, antiético ---por anti-honesto--- que sujetos de la ULDP participen en alianzas electoreras de este tipo.

Un último ejemplo es el problema del financiamiento del movimiento. Cuando a los miembros de la ULDP se le ofrecen financiamientos para su desarrollo, tienen que discutir democráticamente, si ese dinero es aceptable o no, a la luz de la base política y ética de nuestro movimiento. El “arte” en este problema consiste en no caer en posiciones extremas de fundamentalismo o purismo, que atrasen el desarrollo del movimiento, por una parte, ni tampoco en posiciones amorales y oportunistas, que abandonen los principios de la ULDP por el ingreso y las soluciones fáciles, por otra.

Regresar al índice