3. Los Objetivos y el Programa de la ULDP


El objetivo principal de la ULDP consiste en recuperar para la nación latinoamericana las cuatro grandes relaciones sociales que determinan la calidad de vida de sus ciudadanos y que han sido pervertidas por las múltiples formas de explotación, dominación y enajenación de la civilización burguesa:

1.    La relación económica entre los ciudadanos, que es un problema de
   clase;

2.    La relación con la naturaleza, que es un problema ecológico;

3.    La relación entre hombres y mujeres, que es un problema de machismo
   y patriarcalismo;

4.    La relación entre diferentes grupos étnicos, que es un problema de
      racismo.

La recuperación de esas relaciones sociales para la convivencia pacífica y solidaria de todos los ciudadanos no es posible dentro de la economía de mercado y la democracia representativa de la sociedad burguesa, sino sólo dentro de la nueva civilización de la Democracia Participativa, entendida también como el Socialismo del Siglo XXI o el Nuevo Proyecto Histórico (NPH). La ULDP es, por lo tanto, un movimiento que lucha por la superación, es decir, la abolición del capitalismo y del sistema burgués.

Para alcanzar la civilización postcapitalista, es necesario contar con programas y sujetos regional-nacionales de transformación. Debido a las diferencias en las condiciones objetivas de las regiones globales, estos programas y sujetos regional-nacionales varían en formas y tiempos de lucha entre sí, aunque no en sus contenidos estratégicos compartidos, la institucionalidad postcapitalista.

Es obvio, por ejemplo, que la fase de transición hacia la Democracia Participativa en la Unión Europea se rige directamente por la implementación del socialismo del siglo XXI, porque las condiciones objetivas permiten el paso gradual-directo hacia la institucionalidad de la nueva sociedad.

En América Latina, en cambio, esta fase transitoria tiene necesariamente un carácter doble y combinado, porque la conquista del nuevo socialismo y la implementación de sus características está indisolublemente vinculado a la necesidad de constituir un Bloque Regional de Poder (BRP), organizado en torno a una economía política de desarrollismo democrático regional-nacional antiimperialista.

En Africa, donde la destrucción colonial y neocolonial ha sido aun más terrorífica que en América Latina, la transición requiere la solución simultánea de tres tareas: la constitución de naciones estables, de bloques regionales y de medidas de la democracia participativa.

El problema de América Latina es que nuestros pueblos han demostrado la fuerza heroica para derrocar a los gobiernos neoliberales, pero han sido incapaces de aprovechar adecuadamente los frutos de sus victorias. Lo conquistado en la calle se ha perdido en los procedimientos superestructurales, particularmente las elecciones, por la ausencia de un proyecto nacionalregional

viable, en torno al cual es posible constituir una vanguardia y un movimiento de masas de liberación nacional y emancipación social latinoamericano.

Para romper el circulo vicioso de triunfo callejero y derrota superestructural, hacía falta un proyecto estratégico de recuperación de la nación latinoamericana, que sustituyera a las improvisaciones, el oportunismo electoralista y las quimeras del desarrollo a nivel nacional, que prescriben los partidos políticos de todo color.

Los integrantes de la ULDP están convencidos de que todo programa de liberación nacional y de transformación social en beneficio de las mayorías, demanda hoy día la integración inmediata en un Bloque Regional de Poder. A la luz de la fuerza demográfica, económica, militar y territorial, de las

diferentes asociaciones regionales existentes, este Bloque Regional de Poder sólo puede formarse en torno al eje Brasil y Argentina, es decir al MERCOSUR, con la integración en igualdad de derechos, de la Comunidad Andina y del CARICOM.

Los integrantes de la ULDP se comprometen a luchar para que las ideas y objetivos de este nuevo sujeto mundial de emancipación ---denominado de manera diversa a lo largo de la historia, como Bloque de Poder Sudamericano (BPS), Unión del Sur (Hugo Chávez), la Patria Grande (Simón Bolívar), Nuestra América (José Martí) o la América Morena (Hidalgo)--- se conviertan en realidad.

El programa de transición hacia el socialismo del siglo XXI en América Latina, cuenta con los siguientes puntos.

1. El punto de partida de todo cambio es el Bloque Regional de Poder (BRP) que parte de la ampliación, profundización y democratización del Mercosur. Debido a la globalización, ningún Estado nacional ni ningún sujeto nacional tiene ya la fuerza para defender los intereses de las mayorías en la economía, política, cultura y dimensión militar mundial. El poder mínimo necesario para elevar la calidad de vida de los excluidos es el Bloque Regional de Poder.

2. Ampliación del BRP significa la integración de nuevas naciones, particularmente las del espacio andino, Venezuela y Cuba, pero también, en la medida de lo posible, las repúblicas centroamericanas. Profundización significa la creación de nuevas instituciones hemisféricas que fomenten la integración real entre los Estados y pueblos participantes, por ejemplo, un parlamento regional, un referente monetario propio, un pacto de defensa militar en caso de agresión externa y una ciudadanía (pasaporte) común, entre otras. Democratización significa la presión de las mayorías y organizaciones de masas, para la integración inmediata de determinados mecanismos de la Democracia Participativa en el BRP, así como la garantía que los países poderosos de la Unión no tengan ventajas indebidas frente a los más débiles.

3. La estrategia económica de este Bloque es el Desarrollismo Democrático Regional (DDR). Es la única vía de desarrollo que la ciencia y la historia económica conocen para salir del subdesarrollo. No hay otra vía de acumulación factible. La construcción de este bloque de poder económico latinoamericano pone coto a los intereses de explotación del imperialismo estadounidense, europeo y japonés, en la Patria Grande. Se trata, por lo tanto, de una estrategia de Desarrollismo Democrático Regional Antiimperialista.

4. La protección de este mercado interno, que inicialmente abarcará a Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay, Venezuela y, probablemente, Bolivia, Ecuador y Cuba, incluye el fomento estatal sistemático de cuatro polos de crecimiento: 

1.     La pequeña y mediana empresa;

2.     Las cooperativas;

3.     Las empresas estratégicas del Estado y,

4.     Las empresas transnacionales latinoamericanas.

5. Esa estrategia económica requiere a nivel mundial cerrar las cuatro venas abiertas de la Patria Grande:

1.     La deuda externa;

2.     El proteccionismo del Primer Mundo;

3.     Los términos de intercambio desiguales;

4.     La fuga de capitales.

Para lograr este objetivo, el Bloque Regional de Poder dispone de dos armas poderosas: la deuda externa y la capacidad adquisitiva de Nuestra América.

Las amenazas de la moratoria de la deuda y del uso de nuestro poder adquisitivo de manera antiimperialista, confieren el suficiente poder de negociación con el grupo G-8, para imponer los requisitos funcionales necesarios para volver a una economía de crecimiento sostenido en la Patria Grande. De hecho, su poder de negociación es superior al de la tenencia de algunas armas nucleares, como es el caso de Corea del Norte o de Pakistan.

6. El desarrollismo democrático a nivel nacional-regional responde a una necesidad inmediata; es una medida de emergencia ante la gravedad de la situación de las mayorías. Para trascender esta inmediatez, requiere la integración de elementos de la democracia participativa, es decir, de la civilización postcapitalista, para no quedarse pasmado en una estructura del pasado, como es la sociedad global capitalista. Entre esos elementos se encuentran:

a)   La decisión anual plebiscitaria sobre el presupuesto nacional por los ciudadanos;

b)  La entrega y el mantenimiento de canales de televisión y radio por el Estado, a los sectores másimportantes de la sociedad civil;

c)  La vinculación jurídica penal y civil de la propaganda electoral de los candidatos y partidos electorales;

d) La sustitución del Senado por una Cámara legislativa, conformada conforme a la estratificación social de la sociedad según sus niveles de ingreso, para que las mayorías ---que son pobres--- tengan una influencia efectiva sobre el aparato legislativo del Estado;

e)   El referendo revocatorio.

7. Con estos criterios del único proyecto popular posible en América Latina que el triunfo de Lula ha puesto en la agenda del día, los movimientos populares y los sujetos de la ULDP deben medir a los programas y protagonistas de los partidos políticos y negarles el apoyo y el voto, si no cumplen con él; afianzando, al mismo tiempo, su propia organización y fuerza y, si es necesario, generar su propia organización política, para no dejar el Estado en manos de personas que no lo usan en beneficio de la voluntad general, sino como parte de un negocio privado.

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